5 principios que todo maestro debe saber

Reflexiones que no se deben evitar.

Los maestros no necesitan más manzanas.
Necesitan un amigo y algunos consejos amistosos; consejo de alguien que los aprecia por lo que son y no sólo por lo que hacen.


I N F L U E N C I A

Si usted fuera a nombrar a los grandes maestros de todos los tiempos, ¿qué cualidades sobresaldrían? Seguramente concluiría que no solo enseñaron a otros, sino que también influyeron en ellos. Su vida, al igual que sus enseñanzas, aun impacta a individuos y sociedades. Lo que enseñaron era sencillamente una
extensión de lo que eran. Influyeron en otros por su carácter.
Las cualidades como dedicación, compasión, y diligencia sin duda fueron disciplinas de su vida, la dinámica que los hizo maestros de la Galería de la Fama. Eran más que proveedores de cifras y datos. Modelaron un sistema de valores que los hizo ser recordados por aquello que los identificaba como también por lo que enseñaron.
Ponga como meta afectar no solo la mente de sus alumnos sino también la vida de ellos. Influya en ellos. Guíelos. Que sus disciplinas personales sean un salón de clase donde sus alumnos aprendan a vivir, y no solo a deletrear y a contar. Si esa es su meta, su obra seguirá mucho después que usted se haya ido.
Los grandes maestros no producen un producto; ellos producen efecto.


P R E P A R A C I Ó N

Prepárese para la excelencia.

Hasta dónde quisiera llegar en su profesión los siguientes cinco años? ¿Qué será necesario para que llegue allí? Preparación. ¡Necesita preparación! No se alcanza la excelencia sin esfuerzo. Se alcanza cuando uno se aplica a un régimen de adiestramiento. Los que compiten en las Olimpiadas no llegan a ser grandes atletas así por así. Es cierto que algunas de sus habilidades son natas. Algunos nacen con la propensión a la grandeza en el atletismo. Pero, por lo general, el buen atletismo es resultado de la práctica disciplinada. El mismo principio se aplica a la grandeza en la docencia. ¿Qué clase de preparación necesita hacer usted?
Primero, aprenda de sus predecesores. En cualquier empeño, el progreso de los demás es una gran fuente de instrucción. ¿Qué métodos y prácticas exitosos se pueden aplicar a su propia profesión? Segundo, desarrolle constantemente sus destrezas. Planifique tiempo para superación personal. Tal como en una carrera automovilística el participante tiene que hacer un alto para echar combustible, tomar un descanso, y hacer ajustes mecánicos, hay momentos en que usted necesita hacer un alto en lo que está haciendo y usar ese tiempo para descansar, hacer ajustes profesionales, y tomar nuevo ánimo.
Antes de preparar un plan de la lección necesita prepararse a sí mismo.


P O T E N C I A L

Valore el potencial de cada alumno.

Un jardinero que cultiva rosas cuida meticulosamente cada una de esas bellas flores. Lo mismo se aplica a un maestro.
Nunca fije la meta de enseñar a cien alumnos; más bien, tenga como objetivo enseñar a uno. Aprenda a ver el valor del individuo. Busque descubrir el potencial personal de cada alumno. Cada alumno representa la oportunidad de cambiar al mundo. Los principios que usted comparte con una persona tienen la posibilidad de influir en la vida de muchísimas otras. Pero esa influencia no se realizará sin la atención personal al individuo.
Unas palabras personales, una nota de aliento, una muestra de preocupación… se requiere muy poco para hacer un gran impacto. En la Biblia vemos que Jesús escogió a una persona aquí y a otra allá de en medio de la multitud y les ministró personalmente. Todas eran importantes para Él, una a la vez. No desechó a nadie. Cada persona tenía un potencial único. Centre la atención en una rosa en vez de concentrarse en un rosal. Usted tiene ante sí potencial de grandeza, ¡no importa cuántas espinas vea ahora!
Al contemplar a sus alumnos, ¡fije la mirada en el futuro!


Á N I M O

Concéntrese en animar.

Algunos de sus alumnos han sido golpeados aun antes de llegar a la escuela. Quizá no hayan recibido una golpiza física, pero han sido golpeados psicológicamente. Tal vez los palos y las piedras han sido palabras de desaliento, y su potencial ha sido herido y maltratado por las egoístas actitudes y acciones
de los demás.
Estos alumnos están esparcidos a través del aula. Quizá un pequeño haya venido de un hogar donde reina desesperación. Tal vez un alumno intermedio esté luchando por vencer el temor al fracaso, o un adolescente esté enfrentando tremenda presión por parte de sus compañeros. Hoy es su oportunidad de poner un alto al abuso, ¡aunque sea por unas cuantas horas! Una palabra de aliento de su parte pudiera ser la única que oigan hoy. Una sonrisa de labios de su maestro quizá sea la única que reciban. La palabra de alabanza que usted exprese tal vez sea la única que reciban.
Dios le ha dado la singular oportunidad de revertir la dirección emocional por la que se dirigen sus alumnos. En sus manos está el poder de levantar el ánimo y ofrecer vida emocional a los heridos, y la oportunidad de brindar un rayo de esperanza en medio de las tinieblas del desaliento.
Las palabras de ánimo tienen poder de edificar el espíritu. ¡Úselas!


C O N F I A N Z A

Confíe en su preparación.

Usted puede hacerlo! Por cierto, habrá problemas. Usted se enfrentará a preguntas que no podrá contestar. Tendrá alumnos desmotivados y descontrolados. Tendrá que tratar con directores que no estarán de acuerdo con sus ideas. Pero usted saldrá adelante, porque ha pasado por años de preparación para llegar a este punto. ¡Llegó la hora de poner a prueba su adiestramiento!
Usted ha aprendido las destrezas necesarias para esta tarea, y las ha practicado a la vigilante vista de un maestro supervisor. Usted ha estudiado los consejos de sabios docentes. Confíe en ellos, como también en sí mismo. No está solo; tiene un sistema de apoyo. Sus profesores tuvieron suficiente confianza en usted para darle su diploma. Sus colegas están listos a apoyarlo. Ellos confían en el sistema que lo ha traído hasta este momento.
Además, está haciendo lo propio. Usted está dedicando su vida a enriquecer la de otros, y nada puede ser mejor que esto. ¡Tenga plena confianza en su preparación!

Conoce más en «Momentos de motivación para maestros».


Momentos de motivación para maestros

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