La Gran Desaparición

Una Esperanza en Medio del Caos

Vivimos en una época sin precedentes. Las señales del tiempo se despliegan ante nuestros ojos como piezas de un rompecabezas profético que se arman rápidamente. Armas nucleares portátiles, colapsos económicos inminentes, inestabilidad política global y el crecimiento desenfrenado de ideologías destructivas pintan un panorama sombrío. Y sin embargo, para los creyentes en Cristo, este mismo panorama anuncia una esperanza gloriosa: el Rapto.

La Biblia nos habla de un evento transformador en el que millones de personas desaparecerán repentinamente de la faz de la Tierra, encontrándose con su Salvador en los cielos. Este acontecimiento, más cercano de lo que jamás ha estado, se conoce como La Gran Desaparición.

Ecos del Pasado: La Profecía en Voz Alta

Desde hace décadas, autores y líderes cristianos han sido instrumentos para llevar el mensaje profético a las masas. Entre ellos, destacan Hal Lindsey y Tim LaHaye, dos visionarios que, con sus obras, encendieron la imaginación y la esperanza de millones.

Hal Lindsey, autor de La agonía del gran planeta Tierra, ayudó a que la profecía bíblica saliera de los púlpitos para llegar a las conversaciones cotidianas. Su enfoque claro y basado en la Escritura presentó una conexión directa entre los eventos modernos y las predicciones antiguas. El éxito de su libro, con más de 35 millones de copias vendidas, evidenció el profundo anhelo espiritual de entender el futuro según el plan de Dios.

Del mismo modo, Tim LaHaye, en colaboración con Jerry Jenkins, escribió la aclamada serie Dejados atrás. El relato comienza con una escena poderosa: personas desapareciendo de sus asientos en un avión mientras sus pertenencias caen al suelo. Este inicio impactante sirvió como apertura a una historia basada en los eventos que, según la Biblia, sucederán tras el Rapto.

Un Legado Compartido

Ambos autores compartieron una formación académica sólida en teología, instruidos por gigantes como Dwight Pentecost y Charles Ryrie. Y ambos comprendieron que el estudio de la profecía no es un ejercicio intelectual frío, sino una fuente de consuelo, urgencia y esperanza para la Iglesia.

Sus libros ayudaron a despertar una generación que, como la nuestra, vive al borde del cumplimiento profético. Y aunque hoy Lindsey y LaHaye ya no están entre nosotros, su legado permanece vivo en las páginas que escribieron y en los corazones de quienes han leído sus obras.

 En La gran desaparición, el Dr. Jeremiah recopila su investigación profética para los creyentes curiosos que esperan pacientemente el retorno triunfante de Cristo. A través de una reflexión bíblica cuidadosa, el Dr. Jeremiah describe en detalle los días venideros tal como los profetas del Antiguo y el Nuevo Testamentos lo prometieron

El Rapto: Centro de la Profecía

El Rapto no es un tema periférico, sino el corazón mismo del plan profético de Dios. La Escritura lo menciona en pasajes tan claros y poderosos como Juan 14, 1 Corintios 15 y 1 Tesalonicenses 4. En ellos encontramos la promesa de Jesús de volver por los suyos, la transformación instantánea de nuestros cuerpos y la reunión eterna con el Señor.

Estudiar el Rapto no solo esclarece el final, sino que ilumina toda la Biblia. Como bien dijo Mark Hitchcock, el fin del mundo no solo es un tema teológico: es un lente para comprender el todo.

Y si bien no sabemos el día ni la hora del regreso de Cristo, sí sabemos esto: el evento será repentino, glorioso e inconfundible. «En un abrir y cerrar de ojos», dice la Escritura. Será el inicio de la eternidad para los redimidos y el comienzo del caos para quienes queden atrás.

Preguntas Que Todos Nos Hacemos

El estudio del Rapto plantea muchas preguntas legítimas:

  • ¿Qué ocurrirá con los niños?
  • ¿Cómo serán nuestros cuerpos glorificados?
  • ¿Nos reconoceremos en la eternidad?
  • ¿Habrá oportunidad de salvación después del Rapto?

Estas interrogantes no solo son teológicas, sino profundamente personales. El objetivo no es satisfacer la curiosidad, sino fortalecer la fe, motivar la evangelización y renovar la esperanza.

Vivir con Urgencia, Esperar con Gozo

La enseñanza del Rapto no debe llevarnos al miedo ni al escapismo, sino al compromiso. Nos llama a vivir vidas santas, a compartir el evangelio, a enseñar a nuestros hijos y nietos la verdad profética, y a esperar con gozo el momento glorioso en que veremos al Señor.

Esta esperanza no es un deseo incierto, sino una promesa segura. Es la luz que proclama la eternidad, la que nos recuerda que todo lo que Dios ha prometido se cumplirá.

«El Señor mismo descenderá del cielo… y así estaremos con el Señor siempre» (1 Tesalonicenses 4:16‑17).

Preparados Para la Gran Desaparición

Este llamado no es solo para pastores o teólogos. Es para ti. Es para mí. Es para cada creyente que anhela ver a Jesús cara a cara. Nuestra tarea es clara: prepararnos, proclamar y esperar. Y mientras esperamos, que podamos consolar y animar a otros con estas palabras.