«El mejor regalo»

En las semanas previas a Navidad, la palabra regalo se escucha cada día, o por lo menos, está en la mente de la mayoría de las personas. En mi caso, dos o tres días antes de la Navidad voy a una tienda que tenga artículos de todo tipo y hago mis compras en una o dos horas.

Obviamente, un regalo se hace tomando en cuenta el interés y/o necesidad del destinatario. También tomamos en cuenta el valor de la compra de acuerdo con el presupuesto de uno, pero también con el valor que la otra persona tiene para usted. El regalo no siempre es una sorpresa, pero cuando lo es, es un “valor agregado”.

El otro día un colega comentó que los regalos que él compra para otros siempre son libros. Yo no puedo decir lo mismo, pero si, muchos de los regalos que hago son libros. Pero igual como el regalar un perfume a una mujer, o una corbata para un hombre, es importante saber los gustos del otro.

Otro tipo de regalo es el que es anónimo. Por ejemplo, hacer una donación financiera a una obra social. Ayudar a una familia necesitada con comida u otra cosa práctica. Esto trae una satisfacción especial.

En este año pasado, el mejor regalo que yo vi fue la ofrenda de una iglesia en los Estados Unidos para comprar material de Escuela Dominical de Editorial Patmos para unas cinco comunidades en las selvas de Perú. No los conocían, mas sabían de la necesidad y respondieron. Pero el regalo fue mucho más que los libros. El regalo fue el deseo de ayudar a otros conocer a Cristo y profundizarse en la Palabra de Dios, comenzando con los niños. – Vern Peterson

Gracias, Padre Celestial, por el regalo de Tu hijo para el mundo, y el don del Espíritu Santo para Tu iglesia.