Hoy terminamos nuestro recorrido por los estilos y elementos de aprendizaje, ha sido un recorrido fructífero ya que hemos aprendido muchas cosas, quizá una de las más importantes es cómo ocurre el aprendizaje; ahora tenemos más herramientas y estamos más capacitados para entender y enseñar a los que están bajo nuestro cuidado.
Creo que a partir de ahora comenzamos a ver a los demás en términos de su capacidad en el aprendizaje y no como comúnmente se les ha clasificado, en detrimento de ellos muchas veces.
Me anoté algunas cositas a modo de conclusiones:
Tenemos que dar a cada alumno en algún momento de la lección, la oportunidad de mostrar su modalidad preferida de aprendizaje.
Como los estilos de aprendizaje impactan la cantidad de información que se procesa y retiene, el conocimiento y la utilización del estilo de aprendizaje preferido del alumno mejorará su aprendizaje.
Comprender los estilos de aprendizaje es una manera de quitar los rótulos negativos y reestructurar la educación para que se adapte a la forma en que Dios creó a los niños.
Independientemente de su estilo de aprendizaje a los niños les gusta cantar y hacer mímicas.
Los niños que padecen de déficit de atención responden al movimiento en la enseñanza y al uso sistemático de alguna novedad, son muy sensibles a la crítica, no toleran la confrontación, se frustran y desaniman fácilmente por lo que hay que enseñarles de forma sencilla y positiva.
El aprender debe ser una actividad placentera y debemos hacer todo lo posible porque esto ocurra.
No desperdicies una mente, no le pongas límites falsos a nadie, no lo descalifiques por sólo aprender diferente a ti o a la mayoría de sus compañeros, al contrario, “ llega a cada uno” que esté frente a ti.
Adapta tus estilos de enseñanza, innova, cambia, cuando lo hagas tus alumnos aprenderán.
En la diversidad no encontramos diferencias que separan sino equilibrio e integridad, prerrequisitos de la excelencia.
Un medio ambiente enriquecido influye significativamente en el poder del cerebro y un medio ambiente empobrecido limita el poder del cerebro.
La forma en que aprendemos afecta todo lo demás en nuestra vida, desde los sentimientos acerca de nosotros mismos, la buena voluntad de probar cosas nuevas hasta la contribución a la sociedad y a nuestro Salvador.
Esforcémonos cada día más por llegar al corazón de cada carita que tengamos frente, con toda seguridad nuestro Dios la ha puesto donde está y con la ayuda del Espíritu Santo podremos transformar más vidas para Cristo. Que la siguiente frase de Howard Hendricks sea nuestra meta de ahora en adelante:
“Se puede impresionar a la gente desde lejos, pero sólo se puede impactar vidas estando cerca”